Xbox Series X|S: Una Generación, Dos Formas de Jugar
Microsoft ofrece potencia y flexibilidad para todos los jugadores con su nueva familia de consolas.

Lanzadas en noviembre de 2020, la Xbox Series X y Series S marcan el inicio de la novena generación de consolas de Microsoft. Mientras que la Series X apunta al rendimiento máximo con resolución 4K y hasta 120 fps, la Series S ofrece una opción más accesible, sin lector de discos y con menor potencia, pero manteniendo las mismas funciones clave de nueva generación. Ambas consolas apuestan por una experiencia optimizada y centrada en la velocidad, gracias al uso de discos SSD y una arquitectura revolucionaria.

Uno de los grandes aciertos de Microsoft con estas consolas es la retrocompatibilidad total con miles de juegos de generaciones anteriores. Además, el Xbox Game Pass se consolida como el modelo más atractivo de suscripción en el mundo del gaming, ofreciendo acceso a cientos de títulos, incluidos lanzamientos de día uno. Esta combinación de hardware potente y servicios flexibles ha posicionado a la Series X|S como una plataforma sólida y moderna.

La Xbox Series X|S no solo se centran en los videojuegos tradicionales, sino que también miran al futuro del juego en la nube. Gracias a Xbox Cloud Gaming, los jugadores pueden disfrutar de sus títulos en dispositivos móviles, tabletas y navegadores, expandiendo la experiencia Xbox más allá de la consola física. Esta visión multiplataforma es una de las apuestas más fuertes de Microsoft para democratizar el acceso al gaming de alta calidad.

Diferencias Clave entre Series X y Series S

La Xbox Series X está diseñada como la consola más poderosa de Microsoft hasta la fecha. Equipada con 12 teraflops de potencia gráfica, unidad de disco Blu-ray y 1 TB de almacenamiento SSD, apunta a los jugadores más exigentes que buscan rendimiento gráfico extremo. Soporta juegos en 4K nativo, mejora automática de títulos antiguos y acceso rápido entre juegos con Quick Resume.

Por otro lado, la Xbox Series S es una versión compacta y completamente digital. Con 512 GB de almacenamiento y una potencia reducida (4 teraflops), esta consola está pensada para quienes priorizan la accesibilidad sin sacrificar la experiencia de nueva generación. Aunque no alcanza la resolución 4K nativa, permite jugar en 1440p con excelente fluidez y mantiene compatibilidad total con Game Pass y los juegos de la generación actual.

Curiosidades de la Xbox Series X|S

Uno de los elementos más interesantes es que la Series X tiene un diseño inspirado en una torre de PC, pensado para optimizar el flujo de aire y reducir el ruido. A pesar de su tamaño compacto, es una de las consolas más silenciosas del mercado incluso bajo carga intensa.

Ambas consolas comparten el mismo sistema operativo, actualizaciones y experiencia de usuario. Esto significa que no importa qué modelo elijas: todas las funcionalidades, interfaz y servicios están disponibles en ambas consolas sin diferencias de software.

Xbox Series X|S permite el uso de expansiones oficiales de almacenamiento mediante tarjetas SSD propietarias que se conectan directamente a la parte trasera de la consola. También son compatibles con discos duros externos para juegos retro y multimedia, lo que facilita la gestión del espacio en una era de juegos cada vez más pesados.